Los Activos pueden clasificarse de acuerdo a su liquidez.
Son activos que la empresa adquiere para su funcionamiento como tal y no con el fin de comercializarlos, aunque podría hacerse, y no se espera convertirlos en dinero antes de un año.
Ejemplos:
La empresa siempre busca sacar máximo provecho de sus activos fijos, pero no por medio de la venta de estos.
Si en algún momento la compañía determina vender los activos fijos para obtener un provecho de su venta, el activo debe ser reclasificado y hacer un estudio adecuado del valor al que la empresa debe colocarlo en el mercado, para que este valor sea acorde a la realidad.
Son los activos de la empresa que se convierten en dinero o en flujo de efectivo en el corto plazo, y garantizan su funcionamiento en el día a día.
El nivel de activo circulante de la empresa y su uso y aplicación es de sumo cuidado, porque este determina la liquidez de la misma.
Por este motivo un manejo inadecuado puede llevar a un nivel de iliquidez que genere graves problemas en la empresa y según su gravedad comprometer el funcionamiento y operatividad de la compañía
Esta iliquidez, puede provocar no poder responder adecuadamente con los compromisos contraídos con clientes, proveedores, bancos, entidades gubernamentales y demás partes interesadas.
Ejemplos:
Desde elementos materiales, hasta conocimientos, patentes, marcas (y en sí cualquier recurso del que se disponga), los activos son la forma de poner en marcha estos recursos, y de sostener la operación de la empresa mientras esta genera sus ingresos para seguir manteniéndose a sí misma.