Toda materia o partícula física sufre un desgaste con el paso del tiempo. Y en una empresa todos los bienes o activos sufren una pérdida de valor, es decir, se deprecian.
La Depreciación o devaluación tiene como finalidad determinar cuánto se desgastan los activos de la empresa.
Es necesario tener en cuenta que todos los bienes o activos:
Así, se tiene una idea más exacta de los gastos y las inversiones a realizarse en el futuro.
Existen varios métodos para determinar el monto de la Depreciación, entre ellos se encuentran los que detallamos a continuación.
Se basa en la amortización constante a medida que transcurre el tiempo, ya que se divide el valor del bien por el tiempo de vida útil que tiene.
Aquí se divide el valor del activo por la cantidad de unidades que produce. El resultado se multiplica por la cantidad total de artículos producidos y por el valor de la Depreciación de cada unidad.
Calcula una mayor pérdida al principio y luego las disminuye a medida que pasa el tiempo. Ello se debe a que al principio el bien producirá más.
Para realizar el cálculo hay que considerar cuatro variables: El valor del activo, su vida útil, el método de depreciación y el valor residual (no obligatorio).
Más allá de los cálculos contables, hay que tener en cuenta que lo más importante es el efecto financiero de la Depreciación de un bien o activo. Por ello:
La amortización se refiere a la distribución del gasto en un tiempo definido y no a cuánto se gasta.
Por ello, la Depreciación toma en cuenta los activos fijos, mientras que la amortización considera los activos intangibles y diferidos.