Todas las operaciones que involucran la adquisición de un bien o servicio, reciben como contraprestación, dinero. Las Condiciones de pago son importantes porque detallarán, como se deberá cobrar la transacción.
Las Condiciones de pago son muy simples de detallar. No presentan demasiadas complicaciones, siempre y cuando, se definan los siguientes puntos:
El primer punto pretende detallar si el cliente abonará la transacción con efectivo, tarjeta de crédito, tarjeta de débito, cheque, transferencia bancaria, entre otros.
Respecto del segundo punto, pretende establecer si el pago se realizará al momento de recibir el bien o servicio o, 30 días después de la emisión de la factura.
Existen tres tipos de Condiciones de pago que podemos destacar:
El pago aplazado presenta una serie de requisitos que el cliente deberá cumplir. Si el cliente es la administración pública, el pago no podrá superar los 30 días posteriores a la entrega del bien o prestación de servicio.
Sin embargo, cuando el cliente es una empresa privada o profesional, el plazo no podrá superar los 60 días posteriores a haber recibido el bien o la prestación del servicio.
Establecer las Condiciones de pago en una transacción no es un requisito obligatorio, pero, es sumamente recomendable.
En caso de que el cliente incumpla con las Condiciones de pago, el vendedor del bien o servicio podrá intimarlo legalmente para que cumpla con la obligación.
Es por eso que las facturas que generan los negocios, empresas o particulares, siempre tienen un apartado especial para poder establecer las Condiciones de pago.