El efectivo es uno de los activos más líquidos que existen, pero no es la Liquidez en sí misma, sino su resultado. Ello se debe a que el dinero en efectivo se puede intercambiar con mucha facilidad en el momento que se desee.
La rapidez con la que un activo se puede convertir en otro será el grado de Liquidez.
De acuerdo a la facilidad que tienen los activos para convertirse en efectivo, se pueden encontrar:
Todo depende de la capacidad de conversión del activo y el bajo riesgo de pérdidas al intercambiarlo.
Se puede decir que es importante ya que:
Igual que para el cálculo del efectivo, la forma más eficaz de determinarla es mediante la utilización de la fórmula de cash ratio.
Para ello, se divide el activo circulante (activos líquidos) entre el pasivo circulante (deudas por pagar en poco tiempo). Con un resultado mayor o igual que uno, la empresa podrá pagar sus deudas. Si es menor que uno no tiene Liquidez para pagar.
En este punto es importante saber que la Liquidez y la solvencia no son lo mismo
Ello se debe a que la solvencia es la capacidad para pagar obligaciones.
Imaginemos que una empresa necesita comprar un equipo especializado para su línea de producción. El equipo cuesta $6500 y la empresa no dispone del Efectivo.
Además, dispone de dinero en cuentas bancarias y un vehículo de carga que está a la venta.
Pero el dinero en las cuentas bancarias es suficiente para completar la compra del equipo. Entonces, sumado a las letras del tesoro, la empresa dispone de la Liquidez que necesita.
El vehículo no es un activo lo suficientemente líquido puesto que su precio varía con el tiempo y no se tiene certeza de cuándo será vendido.