Diferencias entre el pasivo no corriente y el pasivo corriente
Se puede decir que las diferencias básicas entre ambos son:
- Los pasivos no corrientes hacen referencia a créditos de largo plazo obtenidos para financiar a la compañía. En cambio, los pasivos corrientes son exigibles en el corto plazo.
- Cuando el Pasivo no corriente es mayor que el pasivo corriente se tiene mayor posibilidad de negociar con los socios.
Importancia del Pasivo no corriente
En ocasiones puede resultar necesario crear un fondo de maniobras que le permita a la empresa actuar en casos de desajuste y baja liquidez.
Para ello, el activo corriente debe estar por encima del pasivo corriente.
Cuando surgen las obligaciones de pago en el corto plazo, se evita el impago y se gana tiempo para afrontar el problema financiero.
Por esta razón. La importancia del pasivo no corriente se debe a que:
- Aporta mayor liquidez a la organización para cubrir compromisos en menos de un año.
- Permite la realización de nuevas inversiones, desarrollando con mayor rapidez el crecimiento de la compañía.
- Ayuda a renegociar deudas de corto plazo, convirtiéndolas en obligaciones a largo plazo.
- Permite calcular el fondo de maniobra de la empresa.
- Ofrece facilidad al negociar con los accionistas en lugar de hacerlo con otras instituciones.
Es importante tener presente que este mecanismo sólo brinda tiempo para solventar los problemas.
Ello se debe a que, a la larga, resulta más costoso el pago de intereses.
Composición del Pasivo no corriente
De acuerdo a lo establecido por cada país en su plan general de contabilidad, las cuentas que conforman al Pasivo no corriente son:
- Las deudas con entes financiadores o de crédito a largo plazo.
- Las provisiones con pago superior a un año.
- Los acreedores relacionados al arrendamiento.
- Los impuestos en condición de diferimiento.
- Las deudas contraídas con otras empresas de la corporación.
- Las periodificaciones y otras deudas con plazos de vencimiento superior al año.
Un ejemplo claro de Pasivo no corriente son los créditos otorgados por un banco con plazo de pago a 5 o 10 años.
Por otra parte, se pueden mencionar aquellas deudas cobradas por un acreedor en plazos superiores al año.