El Domicilio social y el fiscal siempre están sujetos a diferencias establecidas en las leyes y normativas locales.
Por eso, es muy importante determinar las normas involucradas y asesorarse con un profesional en caso de dudas.
Las principales características de este tipo de domicilio son las siguientes:
Es muy frecuente que se presenten dudas entre ambos tipos de domicilios, pero para diferenciarlos se tener en cuenta que:
Toda vez que la empresa se inscribe ante el registro mercantil que le corresponde, cualquier persona interesada puede localizarla. En cambio, con el domicilio fiscal no es posible hacer esto, porque no es de dominio público.
La razón por la que se fija el Domicilio social en las instalaciones administrativas es que allí es donde se encuentran los Documentos contables.
Disponiendo de toda la información útil a la gestión, la junta general toma decisiones más rápidas.
En ciertos países resulta obligatorio dejar constancia del Domicilio social en el registro mercantil y la agencia tributaria. Además, cualquier cambio debe ser comunicado al fisco.
Cuando el Domicilio social no sea informado a Hacienda, se le considerará igual al Domicilio fiscal.
Una empresa de producción de textiles produce sus prendas en sitio “A”, pero su sede u oficinas principales se encuentran en “B”. Su Domicilio social es donde tiene su centro de gestión, es decir, en “B”.