Siempre que existan transacciones u operaciones comerciales con entes en otro país, la empresa se verá en la obligación de facturar en alguna divisa.
Uno de los principales aspectos a tener en cuenta es el tipo de cambio. Una divisa es toda moneda extranjera, diferente a la del país donde se encuentra la empresa.
Es necesario que se tomen en cuenta los siguientes requerimientos:
Al operar con clientes de otros países se produce una diferencia entre la fecha en que se emite la factura y el momento en el que se recibe el pago. Esto se debe al tipo de cambio.
De modo que para el día en que se recibe el pago, el tipo de cambio puede ser mayor o menor con respecto al día en que se generó la factura.
Esta situación da pie a que se realicen ajustes en la contabilidad una vez que termine el ejercicio.
Gracias al software de facturación este desfase es fácilmente corregible.
La diferencia entre la fecha de emisión de la factura y la fecha en que se recibe el pago puede dar lugar a que:
La flexibilidad para emitir Facturas multidivisa dependerá de las leyes y normas contables de cada país. Esto es comúnmente aceptado en el comercio internacional.
Sin embargo, toda la contabilidad se debe llevar en la moneda nacional o moneda de curso legal (propia). Esta es siempre la misma moneda en la que se declaran y pagan los impuestos.