Todas las compañías llevan registros financieros de sus actividades económicas.
Estos registros individuales pierden todo significado si dicha empresa forma parte de un grupo financiero más grande.
En esta clase de grupos cada empresa mantiene una marca personal pero existe una mesa directiva que toma las decisiones de forma directa o indirecta.
El motivo por el que es importante unificar los registros financieros de cada compañía es que por separado no suelen dar la imagen completa de las actividades del grupo financiero.
Omitiendo además factores claves y trascendentales, como los créditos recíprocos o los débitos compartidos. Además de ello algunos resultados no son reales o no han sido realizados.
A final de cuentas, la consolidación contable, muestra una imagen del patrimonio, la situación financiera y de los resultados como si se tratase de una entidad única.
La forma en la que se consigue la consolidación es a través de los siguientes documentos:
Un ejemplo de esto son los grupos empresariales o sociedades.
La consolidación incluye a la sociedad principal o dominante y las sociedades que dependen de estas
Es importante recordar que hay una serie de pasos a seguir al momento de consolidar las cuentas:
1. Primero hay que cotejar que las cuentas sean de las mismas fechas y periodos contables, en caso contrario no se debe de realizar porque es completamente seguro que terminaran saliendo erradas.
2. Una vez cotejado esto, se debe de igualar todos los procedimientos de valoración, tantos los de los activos, los pasivos, los ingresos y los gastos. Se deben de unificar los criterios.
3. La consolidación únicamente muestra las operaciones que mantiene el grupo empresarial con el mundo exterior, por ello es completamente necesario el no tomar en cuenta las operaciones internas entre compañías.