Un ejemplo simple de cuando es necesario un Ajuste contable, lo constituye la contratación de un seguro para la empresa por 6 meses acordado el primer día del mes de diciembre para que cubra hasta mayo del año siguiente.
Generalmente, la fecha de cierre de un ejercicio económico es el 31 de diciembre.
Sin embargo, a efectos de la contabilidad, se asienta en dos ejercicios distintos:
Así las cosas, las empresas ajustan su contabilidad para que coincidan tanto ingresos y gastos, como activos y pasivos.
Para tener con una noción más extensa de alcance de estos correctivos, veamos algunos tipos de Ajustes contables.
Los activos inmovilizados de una empresa son objeto de cuotas de amortización que señalan el valor que van perdiendo.
Esa magnitud es un gasto que la empresa debe registrar al cierre de cada ejercicio contable.
Es necesario cuando los activos pierden valor en circunstancias imprevistas, por ejemplo, mercancías en un almacén inundado que deben registrarse como un gasto.
El correctivo se puede aplicar al momento de sucedido el imprevisto o al cierre del ejercicio.
Existen ciertos activos y pasivos que por razones legales una empresa debe revalorizar en el ejercicio que corresponda, un ejemplo son las acciones al revalorizarlas al valor de su cotización.
Permite ajustar gastos e ingresos al ejercicio que les corresponda.
Permite ajustar las existencias al cierre de un ejercicio contable, y establecer las existencias al inicio del siguiente ejercicio.
Permite reclasificar deudas contraídas en un ejercicio económico que al pasar al siguiente dejan de ser deudas de largo plazo y se convierten en deudas de corto plazo dado el tiempo transcurrido.
Los ajustes extracontables se realizan como correctivo al resultado contable obtenido en el ejercicio económico de una empresa, antes de la deducción de los impuestos y con el objetivo de determinar la base imponible que corresponde al impuesto de sociedades.